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30.6.13

DESEO

Ilustración: Ricardo Fumaral




    Hay momentos, y épocas en la vida, en que a la mayoría de las personas nos gusta sentirnos deseados. De hecho, hay quienes opinan que no hay nada más excitante que ser deseados por otra u otras personas, ser el centro de su atención y su objeto de deseo. Además de fortalecer nuestra autoestima y la confianza en nuestra persona, el sentirnos deseados puede estimular nuestra libido gratamente.



   La serie de agradables reacciones que pueden provocarse en una persona cuando se siente deseada puede ser muy excitante. El deseo que una persona puede sentir por otra se manifiesta de múltiples maneras. Desde una mirada, que algunos casos puede mostrar un reflejo de pasión, un deseo casi desbordado y hasta lascivia. Puede ser muy excitante pensar que una caricia −un roce de nuestro cuerpo, un guiño, o incluso una insinuación− puede despertar la pasión en nuestra pareja. Una situación cotidiana entonces puede tornarse en un enorme afrodisíaco y en un positivo aliciente para el ego.



   Mucho se habla de la importancia de contar con una sexualidad vital. Mantener una actitud de exploración, algunas veces, significa convertir la energía sexual que ya se tiene y se siente para encontrar nuevos alicientes. Es decir, cuando para la persona es posible sentir, aunque sea unos atisbos de excitación ocasionada por sentirse deseada, puede entonces incrementar la energía sexual que experimenta. Así, puede contar con la oportunidad de que la experiencia se vuelva más plena.



   De esta manera se puede conjugar la energía sexual propia con la de la pareja y crear una situación de suma excitación para ambos. Es como una hoguera que se va alimentando poco a poco de otros fuegos, hasta crear un único fuego, intenso, continuo, reconfortante...







 Fuente elmundo.es

28.6.13

EROTISMO Y PORNOGRAFÍA ¿UNA CUESTIÓN OBJETIVA O SUBJETIVA?

Ilustración: Ricardo fumanal
En ocasiones nos encontramos con personas que argumentan que les gusta el erotismo pero no la pornografía. Sin embargo, en los debates que se realizan para discutir esta cuestión y conseguir diferenciarlos, es muy difícil llegar a un consenso y a una conclusión inequívoca. Aunque a veces las apariencias engañan y, en algunos casos, existen bases para el consenso.


   Interesados por este tema, en 1991, en el Instituto Espill realizamos una investigación, que llevaba el título de este post y que presentamos en el Congreso Mundial de Sexología de Amsterdam. Con este trabajo quisimos constatar hasta que punto existían coincidencias en la valoración de textos en función del grado de pornografía.



   Para diseñar el estudio se tomó en cuenta el trabajo de Eysenck "Usos y abusos de la pornografía". Alianza Editorial (1979). Según este autor, la consideración del nivel de pornografía de un material escrito, depende de una serie de elementos objetivos del texto: adjetivos, sustantivos, situación descrita, etc. Siguiendo los criterios de clasificación de Eysenck analizamos fragmentos de tres obras: Las experiencias de un joven Don Juan de Guillaume Apolliner (catalogado como nivel 1: Levemente pornográfico), Sexus de Henri Miller (nivel 2: Pornográfico no obsceno) y La historia de mi vida, anónimo (nivel 3: Pornográfico obsceno).



   Estos textos fueron valorados por 216 estudiantes universitarios, 112 mujeres y 104 varones. Los resultados fueron rotundos; existía coincidencia entre la valoración de textos, según los criterios de Eysenck y la valoración que hicieron los estudiantes. Además, no se dieron diferencias entre la valoración de hombres y mujeres. Lo que apunta a que sí que existe un consenso en la consideración del grado valoración de la pornografía en textos escritos por este grupo de población y por los patrones señalados por este autor.



   Ciertamente el consenso tiene mucho que ver con factores culturales. El grupo que nosotros analizamos era muy homogéneo y esto contribuyó a que su juicio sobre el grado de pornografía fuera parecido. Pero está claro que si ampliamos el círculo las diferencias aumentan. De hecho, las autoridades de distintos países no se ponen de acuerdo en la valoración de películas, que en algunos lugares son censuradas por ser consideradas pornográficas y catalogadas como 'filme X', mientras que en otros, las mismas películas, reciben la aprobación bajo la categoría de 'erótica'. 






Fuente elmundo.es
  

25.6.13

LA VIDA SEXUAL DESPUÉS DE UN CÁNCER DE MAMA





NO ES EL FINAL DEL EROTISMO
La vida sexual después de un cáncer de mama
MARÍA VALERIO

   "El médico te dice, estás curada y ya está. Pero no es así. Es entonces cuando empieza una nueva etapa". Ésta es la visión de una de las miles de españolas que han superado un cáncer de mama, 'supervivientes' que tienen que afrontar el reto de vivir sin uno o ambos pechos, en una sociedad plagada de escotes. "Nos movemos en un mundo en el que parece que es imprescindible tener dos tetas para ser atractiva", dice Ana, una de estas mujeres que tuvo que enfrentarse a una nueva visión de la vida, del sexo, de su propio cuerpo... Estos son sólo algunos testimonios de gente que, como ella, celebrará el Día Mundial del Cáncer de Mama con el sentimiento de quien ha ganado una batalla. Se trata de historias reales bajo nombres ficticios.
Esperanza tenía 37 años cuando los médicos le diagnosticaron un cáncer de mama, estaba casada y tenía una hija. Con casi dos años de retraso desde que sintiese por primera vez la aparición de un bulto sospechoso, y después de un largo periplo por varios médicos "que no veían nada malo", entró en el quirófano para que le extirpasen un tumor en el pecho, y con ello, una de sus mamas. Tenía miedo, pensó que su vida corría peligro y aceptó la decisión sin dudarlo, "me fui a la opción más rápida, no me planteé buscar una segunda opinión. Hoy sí lo hubiese hecho". 

   Fue al darle el alta cuando se derrumbó. "Oyes hablar de la enfermedad, sabes de gente que le ha pasado, pero nunca piensas que te va a tocar a ti". Y recuerda con horror la primera vez que se vio frente al espejo, esa especie de prueba de fuego para todas las mujeres mastectomizadas. "Ésta no es precisamente una operación de cirugía estética, yo tenía nada menos que 46 puntos de sutura", relata. 

   Además de su nuevo perfil, tuvo que lidiar con una situación completamente desconocida para ella. Critica, enfadada, la falta de información por parte de sus médicos y de la gente que la atendió. "A mí nadie me dijo cómo salir a la calle, ni cómo ponerme el sujetador, ni siquiera qué prótesis podía utilizar", cuenta Esperanza, hasta que se decidió a visitar una ortopedia. Fue allí donde comenzó una nueva vida, en la que tuvo que acostumbrarse a vivir con una espuma postizaen el lugar que antes ocupaba su pecho. "El hecho de tener que cambiarla constantemente, cuidarla, ponérmela para ir a la piscina, quitármela... supuso para mí un verdadero trauma". 

   Se reconoce afortunada por el apoyo de su marido. "Pasé una temporada bastante mala, el tratamiento con hormonas me quitaba el apetito sexual, y yo me sentía fatal por él. Pensaba: 'se va cansar de esta situación y no lo va a soportar". Sin embargo, él lo 'soportó', hablaron de lo que uno y otro sentía, de lo que les apetecía y, un día, de repente, notó un cambio, "se te va despertando algo que estaba dormido". Esperanza se sabe afortunada, "otras no reciben tanto cariño de sus parejas como el que yo tuve". De hecho, los problemas sexuales afectan a cerca del 40% de las mujeres operadas de cáncer de mama. Pese a que existen pocos estudios al respecto, la inseguridad, el temor a ser rechazada, la falta de deseo o la incapacidad de sentir placer, son cuestiones harto repetidas entre estas pacientes. Muchas de ellas se quejan de falta de información, de la poca atención que su oncólogo prestó a este tema, de la sensación de que el sexo sigue siendo tabú... 

   En su caso, su marido le dijo incluso que no era necesario que se sometiese a una reconstrucción; "pero no lo hago por ti, sino por mí", le respondió ella. De aquello hace ya seis años, y hoy está encantada. Ha terminado la carrera de Turismo que empezó a estudiar antes del diagnóstico, aprobó unas oposiciones y ahora ve las cosas de otra manera. "Me cuido más, hago cosas que me gustan, sé que si no lo aprovecho ahora no tendré nuevas oportunidades", sentencia. Sólo tiene un consejo para las mujeres que estén pasando por la misma situación que ella, "que hablen, que se comuniquen". Su lema es: los demás no pueden adivinar lo que tú estás pensando.


SEXO TRAS UN CÁNCER
'Incluso pude ponerme bikini'
MARÍA VALERIO
     
   Inmaculada aún tiene miedo de volver a pasar por el quirófano. Hace apenas un año y medio que le extirparon un pecho y todavía no se decide a pensar en la reconstrucción. De hecho, para ella, fue peor la pérdida del cabello provocada por la quimioterapia que la propia visión de su torso mutilado. "Yo siempre he sido alta y delgada, pero los fármacos quimioterapéuticos me hicieron engordar, y yo no me acostumbraba a mi nueva imagen", relata.
Este nuevo aspecto le hizo sufrir una pérdida de la autoestima que ni siquiera las palabras de su marido lograban confortar. "Nada de lo que él me decía lograba terminar con el rechazo hacia mi cuerpo", recuerda. Por eso, era ella quien rechazaba mantener relaciones sexuales, hasta que, poco a poco, y coincidiendo con la reaparición del cabello, las cosas fueron volviendo a su sitio. "Tengo 55 años y mi vida sexual ha pasado por numerosos altibajos, evidentemente mi apetito sexual no es el mismo ahora que cuando tenía 30 años", confiesa. 

   La psico-oncóloga del Hospital Gregorio Marañón (Madrid), María Die Trill, explicaba recientemente en un encuentro digital celebrado en 'elmundosalud.com' que el problema del rechazo hacia uno mismo era muy frecuente en estas pacientes. "Muchas de estas mujeres temen ser rechazadas y evitan tratar el tema de la sexualidad con sus parejas", aclaraba, "pero lo único que se consigue con ello es evitar que la relación fluya normalmente, no sólo en el sentido puramente sexual, sino también en el emocional". Su consejo es que hablen con su pareja, que aclaren qué está interfiriendo en sus relaciones sexuales. 

   Cuando llegó el verano, Inmaculada pensó que sería absurdo ir a la playa, no se sentía cómoda. Sin embargo, pronto descubrió que incluso podía usar los bañadores del año anterior, bastó con adaptarles un pequeño relleno de espuma casero, "incluso pude ponerme biquini" asegura orgullosa. En todo ello tuvo mucho que ver el apoyo de la familia. Su marido y sus tres hijos la arroparon, y fueron también ellos los primeros en verla en 'topless' en la piscina de su casa. 

   Para la antropóloga y comadrona Pilar Ferrer, profesora en la Universidad de las Islas Baleares (UIB), todo este tipo de problemas proceden de una mera concepción cultural. "Con la mastectomía se les quita una parte fundamental de su anatomía femenina, culturalmente la que tiene un mayor significado erógeno", explica. En su opinión es necesario hablar, "alguien debe explicarles a estas mujeres que la medicación puede hacerles perder el deseo sexual, pero que éste luego volverá". Que sepan que no son raras, ni las únicas que pierden la libido. Por eso recalca la importancia de sentirse mujer y saber que no todo está perdido. La metáfora que utiliza para explicarlo es la menopausia, "mientras que para unas supone una verdadera liberación, sin menstruación y con una nueva vida sexual por delante; para otras, se convierte en todo un quebradero de cabeza". 


SEXO TRAS UN CÁNCER
'Él siguió diciéndome siempre que estaba guapa'
MARÍA VALERIO

   Ana tenía 33 años y dos hijos pequeños en el momento del diagnóstico. Había comenzado a sentir un bulto en el pecho y a su ginecólogo no acababa de gustarle. A pesar de que las pruebas no mostraban nada malo, el bulto creció de dos a seis centímetros rápidamente y Ana terminó en el quirófano. Tres semanas después de la intervención en la que le extirparon la tumoración para analizarla, vio el diagnóstico: carcinoma de mama. "La primera impresión fue: me voy a morir", cuenta, "mis hijos se van a quedar sin madre desde tan pequeños [tenían ocho y cinco años]". Pensó que no merecía la pena sufrir, ni recibir quimioterapia, ni pasar por el quirófano para extirparse la mama si, como ella creía, iba a morir de todos modos.
Mientras los especialistas hacían los análisis y pruebas necesarias para comprobar si había o no metástasis, pasó lo que recuerda como "la semana más angustiosa de mi vida", hasta que su oncólogo le dijo que la enfermedad no se había extendido. "Entonces empecé a pensar que podía curarme". Gracias a los ánimos de su médico afrontó la mastectomía con esperanza, era un trago duro "pero por la enfermedad en sí misma, no porque me plantease siquiera que iba a perder un pecho". Asegura incluso que tenía tanto miedo a que el tumor pudiese reaparecer que pensó en quitarse los dos pechos en la misma intervención. Finalmente no lo hizo, pero la idea sigue rondándole la cabeza: "Supongo que no me fío, y pese a que nadie me lo ha aconsejado médicamente, creo que finalmente voy a decantarme por esa opción". 

   La relación con su propia mama estaba vinculada directamente a la enfermedad, por lo que verse libre de ella supuso un verdadero alivio. Nunca se había planteado qué podría pensar su marido de aquello hasta que alguien se lo preguntó en una sala de espera, su respuesta fue tanjante: "Si le importa tendrá que marcharse de casa". Ana asegura que ni se le había ocurrido que podía afectarle, "pero en ese momento, cuando me lo preguntaron directamente, pensé en él y entonces le consulté". De todos modos, responde sin dudar, que nunca hubiese titubeado a la hora de tener que elegir entre su propia supervivencia y la opinión de ningún hombre. 

   "El siguió diciéndome siempre que estaba guapa", relata, y pronto reanudaron sus relaciones sexuales, aún cuando estaba bajo tratamiento con quimioterapia. "Creo que incluso eran más satisfactorias que antes, porque en esos momentos vives mejor el día a día", añade. "En ningún caso dejé de sentirme mujer", dice ahora, y se reafirma en su idea de que la fuente de feminidad está en el cerebro y no en el pecho. De todos modos tiene claro que el hecho de que su relación matrimonial no estuviese basada en el físico facilitó mucho las cosas. 

   La experiencia de la antropóloga Pilar Ferrer con estas pacientes a través de la Asociación de Mujeres Afectadas de Cáncer de Mama de Mallorca (AUBA) le ha demostrado que, precisamente, lo más importante es empezar por quererse a una misma. "El diagnóstico de esta enfermedad es muy duro, se produce una situación de crisis, y cuando además hay que extirpar una mama, estas pacientes ven su imagen corporal por los suelos", añade. Cada persona afrontará su nueva situación de manera diferente, según como fuese antes del diagnóstico. Algo que puede extrapolarse también a sus relaciones sexuales, "si antes tenían problemas con su pareja, el cáncer no hará más que empeorar algo que ya existía", 'no hay sexualidades únicas' viene a decir. 

   Un año después de la mastectomía, Ana volvió a entrar en el quirófano para que le reconstruyesen la mama extirpada, con un implante de silicona. Sintió entonces que se cerraba un círculo en su vida. "Esta nueva operación formaba parte de mi curación", suponía librarse de una vez de la maldita prótesis. Y pronto notó que su nueva fisonomía incluso cambiaba su manera de andar, recuperó los escotes, tal vez porque, "aunque yo misma no lo decía, me sentía un poco incompleta, me faltaba una parte de mí". Una parte que ahora ha recuperado. 


Fuente:elmundo.es



Fotografías pertenecientes a la colección: "Mujeres Mastectomizadas de Toni Balanzà". Estas fotografías se realizan junto a las sesiones de estudio para el Calendario Solidario 2013 de la Asociación Caminamos Juntas, el cual dedica todos los beneficios a la fundación del equipo de investigación de la doctora Ana Lluch del hospital Clínico de Valencia, pionero en la investigación del cáncer de mama en mujeres jóvenes. 
Modelo: Beatriz mujer mastectomizada

23.6.13

PENSAMIENTOS DE COLORES ll


Siempre he pensado y sigo pensando que las qué más suerte tienen con los hombres son las mujeres egoístas.

Cuanto más egoísta, incluso distante se muestre, más le seguirá el macho cual perrito faldero sea del rol que sea, mendigando su amor, su atención, a sabiendas que nunca o en contadas ocasiones lo logrará.

Cuanto más das, mejor eres, más cariño y atenciones dispenses mucho menos lo valoraran, no te seguirán como a ellas.

Es algo que llevo observando tiempo, da lo mismo al rol que pertenezcan, sean dominantes o sumisas en cuyo caso es pura contradicción. Si son egoístas, ellos se deshacen por ellas. Les muestran su amor, se lo dicen una y otra vez, perdonan cosas imperdonables. Se sienten mal, pero......siguen con ellas, adulándolas y ensalzándolas.

Magnificas mujeres ellas, que tienen el don de hacer que sigan a su lado por unas migajas, hasta que la paciencia apurada hasta el límite se termina o ellas les arrean un puntapié.

Obsérvenlo en su entorno más cercano y compruébenlo por uds mismos.

¿Es la mujer egoísta, un animal más inteligente que el resto de sus congéneres?, o .....¿es el hombre un animal necio en cuanto sus facultades mentales se ven alteradas por el engrose de su entrepierna (por el consabido riego sanguíneo de los cuerpos cavernosos, restándoselo al cerebral)?.



Uno de tantos pensamientos de colores, reflexiones e incongruencias de un ser humano de sexo femenino(hembra) desinhibido, distraído y divertido. 

SEXO Y DISCAPACIDAD NO SON INCOMPATIBLES


   Gran parte de la sociedad sigue confundiendo sexualidad con relaciones sexuales, y relaciones sexuales con coitos. Mantiene la idea de que cuanto más nos aproximemos a ciertos ideales de hombre y mujer, mejor, y que si se tiene pareja, mejor todavía. Hecho, por tanto, que se se agrava con personas con discapacidad en las que en muchas ocasiones sus cuerpos se alejan del ideal de belleza, y que puede que no tengan ni pareja ni coitos. Por ello, "en ocasiones la sociedad lo acaba viendo como una sexualidad de segunda categoría, o bien que no puede ser plena. Indudablemente, se equivocan", asegura tajante Carlos de la Cruz, responsable de la Asesoría de Sexualidad y Discapacidad del Ayuntamiento de Leganés, (la única de estas características en toda España) y vicepresidente de la Asociación Sexualidad y Discapacidad.
   El 13 de diciembre de 2006, se celebró en Nueva York la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en la que varios de sus artículos muestran explícitamente aspectos claves sobre Salud Sexual y Reproductiva (SSR). Del mismo modo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó en 2009 una guía de recomendaciones generales sobre la Promoción de la Salud Sexual y Reproductiva (SSR) para estas personas, ya que esta entidad defiende que todos los seres humanos tienen derecho a vivir una sexualidad sana, libre, y responsable. Todos.
   "El sexo a su vida les aporta lo mismo que a la mía", asegura de la Cruz, es decir, el sexo contribuye a mejorar su calidad de vidaen todos los aspectos y en todas sus dimensiones: bienestar emocional, relaciones interpersonales, desarrollo personal etc.
   Del mismo modo, la Fundació Ecom, que agrupa más de 180 asociaciones de personas con discapacidad física de toda España, mantiene que "deben tener la libertad de decidir sobre cualquier aspecto de su vida, también sobre su sexualidad". Por ello, su objetivo como sociedad, comenta su presidente Antonio Guillén, no es otro que el de integrar a las personas con discapacidad en todas las esferas de la vida cotidiana, y la sexualidad es una más de ellas. "La discapacidad no constituye un factor que imposibilite las prácticas erótico-afectivas y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos", afirma.
   Además, de la Cruz mantiene que hay dos errores claves en todo este andamiaje: uno, es no ver (no querer ver) la sexualidad de las personas con discapacidad y otro, es verla como si todas las discapacidades fuesen iguales. "Si ya es un error utilizar recursos infantiles con personas adultas con discapacidad intelectual, ¡más aún con personas con otro tipo de discapacidad!", se lamenta.

   Atendiendo a los diferentes tipos

   Por ello, la presidenta de la Asociación de Sexualidad y Discapacidad, Natalia Rubio, psicóloga y sexóloga, pone de manifiesto la importancia de diferenciar entre los distintos tipos de discapacidades: "Es muy importante atender las diferencias, matices y peculiaridades de cada una de ellas". Para eso existen dos clasificaciones. Primera, tipos de discapacidad: intelectual, sensorial, física y mixta (intelectual más sensorial). Y segunda, origen de la misma: si es congénita (de nacimiento) o bien adquirida.
   La discapacidad intelectual (síndrome de Down, síndrome X-Frágil...) conlleva unas limitaciones significativas en el funcionamiento cognitivo. Con lo que a la hora de abordar la sexualidad, explica la especialista, hay muy pocos recursos y materiales didáctico-pedagógicos apropiados. "Es necesario adaptar estos recursos y materiales, utilizando por ejemplo simuladores, modelos anatómicos o paneles y emplear mucho la imagen, 'lo visual', ya que una gran proporción carecen de lectoescritura. En definitiva, adaptar contenidos utilizando lenguaje accesible y materiales visuales", expone.
   Por su parte, en la discapacidad física existen diferencias importantes si es de origen congénito o adquirida. En el primer caso, por ejemplo en la parálisis cerebral, explica Rubio, la sexualidad en muchos casos no se considera un área a priorizar en la vida de estas personas, ya que presentan limitaciones funcionales en su autonomía para acceder a su cuerpo, para gestionar su intimidad etc. "Dependen de otras personas y tienen dificultades para desarrollar proyectos de vida independiente (y más si son en pareja)", comenta. Por otro lado, si la discapacidad es adquirida, por ejemplo una lesión medular "hay un antes y un después", asegura. Hay un anhelo de querer volver a la situación anterior, volver a disfrutar del modelo de sexualidad que tenían antes. Por tanto, es necesario trabajar el cambio de roles, la aceptación de esa nueva situación y, sobre todo, reinventarse de nuevo en pareja, abriendo todo un mundo de posibilidades dentro de la sexualidad.
   Por último, en las personas con discapacidad sensorial (visual o auditiva), se deben adaptar los contenidos a otros canales sensoriales. "Hasta la fecha hay muy poco o casi nada publicado sobre ello", lamenta.

   Atender, educar y prestar apoyos

   "La persona tiene que ser protagonista de su propia vida", dice la experta. Por ello, es fundamental prestar los apoyos necesarios adaptados de forma individualizada y planificando las actuaciones pensando en cada persona. Por ello, recomienda una serie de características ordenadas en tres ejes fundamentales: atender, educar y prestar los apoyos oportunos.
   Atender en las necesidades, demandas, dudas, intereses, curiosidad, motivaciones y situaciones que la persona con discapacidad ponga sobre la mesa. En segundo lugar, educar, siempre, desde un enfoque en positivo. Esto es, aprender a conocerse, aceptarse y expresar su sexualidad de forma satisfactoria.
   "Hay que facilitar que aprendan a conocerse tanto como sea posible, que sepan cómo son y cómo funcionan otras personas, entender situaciones y dar significados a todo lo que les rodea, procurando que se quieran y se acepten, desde sus diferencias y peculiaridades, considerándose verdaderos hombres y verdaderas mujeres", expone. Y por último, prestar apoyos a cada persona, circunstancias y necesidades individuales.
   En conclusión, que aprendan a expresar su sexualidad de modo que les resulte satisfactoria, haciéndoles partícipe de su propia vida. Y es más, añade de la Cruz, "cada persona debe vivir su sexualidad a su manera". 

Fuente: elmund@.es

Pd/No os perdáis esta peli ;)

22.6.13

SATISFACCIÓN SEXUAL

Ilustración: Ricardo Fumanal




   Son muchas las personas que desearían tener una vida sexual satisfactoria. Otras presumen de tenerla. Pero casi todas las personas hemos pasado por épocas en las que nuestra sexualidad nos ha ocasionado malestar y mucha confusión.



   Entonces, creemos que dicha confusión se pasará, que poco a poco no sólo entenderemos nuestros impulsos, sino que además conseguiremos equilibrar todos los factores que entran en juego: deseo, oportunidades, experiencia, educación, precauciones, compromiso... En el fondo de todo esto, en realidad lo que se anhela es la satisfacción. Cada persona busca y lucha por la felicidad en distintos ámbitos de la vida, igualmente, desea la felicidad en su vida sentimental y sexual. Pretende alcanzar la satisfacción sexual, lo cual no siempre resulta fácil.



   En la consulta sexológica, una de las cosas que más puede llamar la atención es el tiempo que un buen número de personas tardan en buscar ayuda adecuada para sus problemas. A menudo, cuentan que, en el fondo, tienen la esperanza de que con el transcurso del tiempo sus problemas sexuales desaparecerán, que entonces podrán disfrutar de una salud sexual y alcanzarán la plenitud. Ésta es una fantasía porque en realidad las disfunciones no suelen desaparecer si no reciben el tratamiento adecuado.



   Sin embargo, lo que se conoce estrictamente como disfunciones sexuales no son las únicas causas de insatisfacción sexual. Quizás sean las más evidentes, pero existen un sinfín de cuestiones más sutiles que pueden dificultar el placer sexual. Desde aspectos relacionados con la educación y las creencias de todo tipo −que pueden provocar vergüenza, culpa, incomodidad...−, hasta un simple desconocimiento acerca de los procesos y las respuestas sexuales. Como si eso fuera poco, además se encuentra el lastre que puede implicar el estrés y el exceso de trabajo, las presiones y obligaciones desmedidas, así como el acelerado ritmo de vida que mucha veces llevamos.



   Para cada persona puede existir una razón y casi siempre es ésta susceptible de solución. Muchas veces simplemente se requiere de un cambio de actitud. Y si se piensa que ya se está satisfecho, quizás convenga recordar que la felicidad −en este caso, la satisfacción− no es un estado fijo e inamovible. Más bien es algo pasajero, un instante o una serie de instantes más o menos persistentes, que se desvanecen fácilmente −como una pompa de jabón que flota con suavidad−. Que dure más o menos dependerá del tiempo y del esfuerzo que estemos dispuestos a invertir en el intento. 








Fuente elmundo.es

19.6.13

AMISTAD... CON DERECHO A ROCE?

Ilustración: Ricardo Fumanal




   El concepto de la amistad con derecho a roce se menciona con frecuencia. En ocasiones pareciera que casi todo el mundo cuenta con un amigo o amiga de estas características. Sin embargo, la realidad más bien es otra y se trata de una cuestión más teórica que práctica. Si ya es complicado formar amistades, por una parte, y ligar, por la otra, ¿cuánto más difícil es mezclar ambas cuestiones?



   En esta ocasión queremos explorar si, en la práctica, hay muchas personas proclives a formar una amistad en la que además están permitidas las relaciones sexuales. Si analizamos la cuestión, este tipo de amistad es curiosa y compleja. Por un lado, implica la lealtad propia de la amistad, la intimidad implícita en las relaciones sexuales y, además, la confianza de que el sexo no tendrá un efecto negativo ni se interpondrá en la amistad.



   Por otro lado, para muchas personas existe una especie de tabú en el que está establecida la censura de mantener relaciones sexuales con personas con quienes se tiene una amistad. Este tabú tiene una cierta fuerza en nuestros tiempos, especialmente en ciertos círculos sociales. Asimismo, se trata de una amistad que es lo suficientemente fuerte como para ir más allá de convencionalismos, tradicionales compromisos y, quizás, hasta los posibles celos, para formar un lazo que cumple variadas funciones.



   A veces el énfasis está en la amistad, mientras que en otras lo que se subraya es la posibilidad de sexo cuando se desea. Quizás esto depende de qué ha ocurrido primero o a qué se le ha concedido más importancia. Puede tratarse de que ya se tenga un vínculo sexual con alguien y entonces se decida fomentar también un lazo de amistad. También puede ocurrir que en el distendido contexto de la amistad surja la posibilidad de mantener un cierto contacto sexual... Y, así, tras un tiempo, se ha formado una amistad con derecho a roce.



   Destaca el carácter informal que este tipo de relaciones suelen tener, y en muchos casos no se tienen bien definidos sus límites. A menudo, son relaciones temporales, que se ven desplazadas cuando llega otra persona dispuesta a comprometerse en el tiempo con cualquiera de las partes. En algunos casos pareciera que se forman estas relaciones a la espera de otras más serias y formales. 







Fuente elmundo.es

18.6.13

PENSAMIENTOS DE COLORES I


Hoy mientras viajaba hasta la ciudad observando el paisaje reflexioné sin querer, sin proponérmelo.

Pensé en la soledad, me dí cuenta que me encanta sentirla, tenerla de compañera, desde muy temprana edad la busco para disfrutarla. Es la mejor manera de estar con una misma, de conocerse en profundidad, mis miedos, mis anhelos.....un sinfín de sentimientos. Me hace mirarlos de frente, manteniéndoles la mirada. Esa dura y jodida mirada que en ocasiones rasga el alma y en otras te hace esbozar una sonrisa tonta y absurda a ojos ajenos.

Mi infancia, la primera etapa, fue en compañía, sin sentirla. A partir de mi primera década de vida la busqué y comencé una relación muy estrecha de amor odio con ella.

Hoy me dí cuenta que la busco, que en mi vida me sobra el resto del mundo, tan sólo un puñado de personas no son ajenas a mí.

Mi mayor afición es muy solitaria, introspectiva. Es algo muy curioso, puedo estar rodeada de cientos, miles de personas, observando, comentando,  pero estoy totalmente sola en ese menester y .....me gusta. Me encanta el ejercicio de concentración, la forma en que me conozco y disfruto de esa soledad.

En el terreno profesional es igual, elegí un sector donde la soledad es infinita. Me gusta estar en la sala fría, ante mi trabajo, concentrada, reflexionando en ocasiones sobre si merece la pena perseguir en esta vida tantas y tantas cosas, si al final solo somos cuerpos desnudos, fríos e inertes en estado de descomposición.

Desde niña mis lugares favoritos para pasear, visitar, y relajarme son los camposantos. Lugares tranquilos, sosegados, donde el tiempo se detuvo para miles de seres humanos que allí reposan, de forma tranquila y serena. Nada altera la cotidianidad de esos lugares. Bajo la sombra de alguno de sus cipreses, sentada en un banco me pierdo en interesantes y relajadas lecturas, hasta que en ocasiones pajarillos revoloteando distraen mi atención de los renglones de sus páginas. Elevo la vista para contemplarlos, contradicción donde las allá, ellos llenos de vida, anidando, dando vida en un lugar como ese. Esbozo una sonrisa porque es ley de vida, sin más.

Abandono esos lugares con una paz y tranquilidad pasmosa, dándome cuenta que la soledad es mi mejor amiga, pues.....sola nací, sola vivo y sola abandonaré este mundo, pero mientras tanto viviré tanto como pueda dando prioridad a las cosas que lo merecen y dejando tras de mí las que no. Porque esta vida si hermosa, es breve si se pierde el tiempo en atesorar todo aquello que no sean vivencias y experiencias, mi mochila de la vida a día de hoy solo porta esperanza, alegría, y tranquilidad.

Sin nada llegué a este mundo, pero de tenerlo que abandonar me llevo un gran equipaje repleto de vivencias. Unas mejores que otras. Es mi vida y lo que ya nadie, absolutamente nadie me puede quitar. El resto aquí lo dejo para aquellas personas que persiguen otras cosas, otras historias.

Navegaba, navego y navegaré sola hasta el fin de mis días, otra cosa es que comparta parte de mi soledad con alguien, pero eso ya... es cosa mía y de mi soledad.


Uno de tantos pensamientos de colores, reflexiones e incongruencias de un ser humano de sexo femenino(hembra) desinhibido, distraído y divertido.

14.6.13

PENSAMIENTOS DE COLORES...

   

El ser humano tiene tendencia de atarse así mismo. Solo el mismo se pone cintas, cuerdas, ataduras que dificultan su paso por esta vida, ya de por si complicada, difícil, dura y jodida. En ocasiones con el atrevimiento de no hacérselo así mismo si no de tratar, intentar, hacérselo al de enfrente.

Invertimos demasiado tiempo en complicárnosla miserablemente. Para estar junto a alguien a quien amamos firmamos contratos estúpidos, para vivir bajo un techo nos hipotecamos/encadenamos/condenamos el resto de nuestra existencia con entidades financieras sin corazón, con el simple y único objetivo de exprimirnos.

Para disfrutar libremente de nuestra sexualidad en ocasiones necesitamos el beneplácito del resto de la sociedad, desperdiciando mucho tiempo y energía buscándolo.

¿Realmente es necesario todo eso? ¿Alguien necesita un contrato para amar a su padre, madre, hijo, hermano, pareja? ¿Alguien necesita realmente auto condenarse el resto de sus días con entidades financieras? ¿Acaso es necesaria la aprobación del resto para disfrutar de nuestra sexualidad libremente? ¿Acaso alguien llega a este mundo con algo más que su caliente cuerpo desnudo, solamente con su vida? ¿Acaso alguien se lleva tras perderla algo que no sea el enriquecimiento que de ella obtuviese, todo aquello que vivió?

Llevo muchos años observando la naturaleza y los animales, su comportamiento. El ser humano es de lejos el más estúpido  el peor de todas las especies, se complica la vida de forma extraordinaria, pasándose el resto de sus días lamentándose por la condena que el mismo se impuso el día que comenzó a firmar tantos y diversos contratos que en realidad no son necesarios para vivir. Reprimido y rancio por no vivir su sexualidad de forma libre,  sin tabúes. Olvidándose de lo fundamental, lo realmente vital, VIVIR, con todo lo que esa bella y sencilla palabra encierra en sí misma.

¿Realmente nacer en occidente nos hace seres libres o somos esclavos de nosotros mismos?

Uno de tantos pensamientos, reflexiones e incongruencias de un ser humano de sexo femenino(hembra) desinhibido, distraído y divertido. 

HOMOSEXUALIDAD EN IRÁN

Ilustración: Ricardo Fumanal


Hace poco hablábamos del sexo y la pena de muerte. Entonces ya advertíamos la difícil situación que en algunas regiones viven los homosexuales y otras personas. Casi todos los países islámicos, con la excepción de Turquía, persiguen en sus códigos penales la homosexualidad y la castigan con severidad.


Paradójicamente, en fechas recientes el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, realizaba una serie de afirmaciones en su visita a la Universidad estadounidense de Columbia.


La primera de ellas fue que las mujeres de su país son las más libres del mundo. Al ser preguntado por la persecución que sufren los homosexuales en Irán, aseguró: “nosotros no tenemos homosexuales como en su país; nosotros no tenemos de eso”.


No obstante, la realidad es muy distinta, según denuncias efectuadas por la IRQO, Organización Gay Iraní (www.irqo.net) −una asociación que tiene su sede en Estados Unidos y que se dedica a trabajar desde el exilio por los derechos homosexuales−. Dicha asociación no cesa en su intento por presentar evidencias de que los homosexuales existen en Irán y que son perseguidos.


En la mayoría de los casos, antes de morir los reos pasan por una larga temporada en prisión. Ahí son torturados, humillados, violados y expuestos al abuso del resto de los presos. Antes de ser ejecutados, son flagelados en públicos, el número de latigazos lo determina un juez que suele ser implacable.


En ese país, cualquier muestra pública de afecto se considera inmoral −ya sea heterosexual u homosexual−. Es así que, la moral institucionalizada tras la revolución islámica de 1979 establece que cualquier relación fuera del matrimonio heterosexual es ilícita y punible. Asimismo, en Irán, la homosexualidad representa un importante tabú −algo de lo que no se habla− y las afirmaciones de Ahmadineyad son una prueba de ello. La homosexualidad existe y está presente en todas las culturas del planeta. Y, como ya hemos dejado claro, los derechos con los que cuentan los homosexuales difieren dependiendo de las leyes que gobiernan el país en cuestión.


Según Amnistía Internacional, una de las grandes dificultades en la lucha por el respeto de los derechos homosexuales en países como Irán es que resulta difícil probar que los castigos infligidos sean por causa de su orientación sexual. Suelen justificar tales atrocidades diciendo que no ejecutan a homosexuales sino a violadores. 








Fuente elmundo.es

13.6.13

El sexo y la pena de muerte

Ilustración: Ricardo Fumanal



   Es realmente penoso que en pleno siglo XXI encontremos noticias como la siguiente en los diarios y telediarios:

   "Doce personas han sido ahorcadas en Irán tras ser acusadas de adulterio, secuestro y homosexualidad. Las autoridades iraníes también han anunciado la ejecución la pasada semana de otros cuatro condenados por las mismas razones... Con los nuevos arrestos en Mashad, son ya 125 personas detenidas en esta ciudad bajo acusaciones similares."

   Es muy triste y lamentable que a estas alturas de la historia de la humanidad se cometan atrocidades bajo el amparo de la ley. La homosexualidad es la práctica sexual libre entre personas del mismo sexo. Y no se entiende cual es su crimen y por qué tienen que ser castigados. Desde nuestra perspectiva resulta terrible que alguna persona pague con su vida por esto o por haber mantenido relaciones fuera del matrimonio.

   La fidelidad matrimonial debe ser abordada en el ámbito de la pareja, el estado no debe inmiscuirse, máxime cuando los castigos no son en absoluto igualitarios y son las mujeres las que se llevan la peor parte. Cuando escuchamos noticias sobre mujeres que esperan para ser lapidadas, incluso cuando el adulterio ha sido producto de la violación, nuestra fe en la humanidad se tambalea. Desde nuestra confortable butaca no podemos comprender cómo, en el siglo XXI, todavía puede ser tan terrible y poco habitable nuestro planeta para muchas personas.

   Según las palabras del filósofo Maurice Merleau Ponty, formuladas hace 30 años, "hablar de sexualidad humana es hablar de la esencia misma del ser humano". La sexualidad es una parte integral de la personalidad de todo ser humano. Su desarrollo personal pleno depende de la satisfacción de necesidades humanas básicas, como el deseo de contacto, de intimidad, la expresión emocional, la búsqueda del placer, la ternura y el amor. Es aconsejable tener presente que la sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales. El desarrollo pleno de la sexualidad es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.

   A lo largo de la historia reciente se han puesto de manifiesto diferentes modelos de educación sexual que conviven con nuestros días. Muchos de ellos suelen estar llenos de contradicciones y sus fuentes no son claras. Lo que debía ser una disciplina tiende a convertirse en un discurso con trasfondo ideológico represor. ¡Ojo, que no estamos abogando por el todo vale! Para nosotros hay límites muy claros: fundamentalmente el respeto a los demás y muy especialmente a los niños. Pero, desde luego, abogamos por un ejercicio libre y responsable del placer sexual. 






Fuente elmundo.es

9.6.13

Eyaculación


Ilustración: Ricardo Fumanal.


   El hablar de sexo puede incluir muchísimas actividades y aspectos. Generalmente, el término se emplea de una forma bastante imprecisa. En dependencia de la situación y contexto, puede tratarse de un beso apasionado, así como de una serie de caricias en las partes más íntimas, del coito o incluso del orgasmo, la eyaculación...

   Una relación sexual puede variar en cuanto a lo que incluye. Para algunas personas, sólo puede hablarse de relación sexual si implica coito. Un claro ejemplo de esto fue ilustrado por Bill Clinton cuando afirmó no haber tenido sexo con Monica Lewinsky. Aparentemente, para él una felación no significaba sexo necesariamente.

   En cualquier caso, en esta ocasión nos queremos centrar en el tema de la eyaculación y la actitud que muchos varones tienen con respecto a ésta. No todos los hombres cuentan con la misma capacidad para demorar su eyaculación todo el tiempo que desean. La respuesta sexual que tiene cada persona, la cual implica −entre otras cosas− la excitación, es algo bastante particular y que varía de individuo a individuo.

   Para un gran número de varones, el momento de la eyaculación marca −de una forma casi inapelable− el final de las relaciones sexuales. Sin embargo, esto no tiene porque ocurrir así. En muchos sentidos, la eyaculación −y para ese caso, el orgasmo− es tan sólo un elemento más de las relaciones sexuales y no tiene porqué determinar el final de éstas, especialmente cuando ha llegado antes de lo que se deseaba.

   Si la eyaculación llega demasiado rápido y se asume una actitud negativa, la oportunidad de seguir disfrutando del encuentro sexual se ve truncada. Una actividad que en principio era placentera y positiva llega a tornarse frustrante y negativa −cuando en realidad no existe una razón para que acabe el disfrute−. De hecho, si se asume una actitud distinta se puede seguir gozando del sexo y cabe la posibilidad de que haya alguna eyaculación más. Y si no la hay, lo que sí habrá es la oportunidad de seguir pasando un buen rato. 



Fuente elmundo.es